miércoles, 31 de agosto de 2011

Sin Luz 30 veces en 2011

Valeria Martín lleva en su casa de Damonte, entre Rodriguez y Ayacucho, Lanús, 30 cortes de luz con duraciones de mas de 10 horas y algunas de mas de 24 horas
Son diabética insulinodependiente y tiré 13 veces la medicación; y en otros cortes tuve que trasladarla con lo que eso implica
Desde las 23,30 del

El déficit en energía sería de US$ 5.000 millones

Es lo que se calcula para 2012 y obedece a menos producción y fuertes importaciones.

Por Antonio Rossi 29 de Agosto
Tras casi un cuarto de siglo con números positivos, el gobierno de Cristina Kirchner va camino a cerrar 2011 con un déficit comercial energético del orden de los US$ 3.000 millones.
Lejos de mejorar, las proyecciones para 2012 indican que el sector energético impactará cada vez más en el resultado de las cuentas públicas con un rojo que superaría los US$ 5.000 millones.
Hace apenas cinco años, la situación había sido diametralmente opuesta: en 2006, el sector le aportó a la economía y a las reservas del país un superávit comercial positivo de US$ 5.600 millones .
Las políticas aplicadas por la administración kirchnerista a partir de 2003 llevaron a la pérdida del autoabastecimiento energético y a una creciente dependencia de las importaciones de gas, fuel oil, gasoil, naftas, lubricantes y energía eléctrica para poder atender la demanda local.
El incremento del consumo interno que se produjo por el crecimiento económico de los últimos años no fue acompañado por una mayor producción de petróleo y gas. Para corregir esa falla del “modelo” que las autoridades se niegan a reconocer, se echó mano a las importaciones de combustibles que no han parado de subir.
De haber totalizado sólo US$ 548 millones en 2003, las compras externas totales del sector energético treparon un 710% y llegaron en 2010 a US$ 4.448 millones.
Para este año, los números que manejan los técnicos oficiales y los especialistas privados indican que las importaciones energéticas alcanzarán un total de US$ 7.500 millones, marcando una suba del 68% respecto a 2010.
Y para 2012, ya se estima que la factura a pagar por los suministros externos del sector energético se ubicará en el orden de los US$ 10.000 millones por la combinación de los mayores volúmenes y precios que deberá afrontar el país.
“Pese al discurso contrario del Gobierno, la situación se torna insostenible para las cuentas públicas.
Mientras las importaciones totales de combustibles crecen a una tasa que supera el 50% anual, las exportaciones, que son básicamente distintos tipos de crudo, caen a un ritmo del 25% anual agravando cada vez más el déficit comercial energético”, destacó el ex secretario de Energía, Jorge Lapeña.
Agregó que “tal como se perfila el panorama, en 2012 el défict de US$ 3.000 millones que se espera para este año saltaría a no menos de US$ 5.000 millones por las mayores compras externas de gas, fuel oil, gasoil y naftas”.
Por su parte, el también ex titular de Energía, Alieto Guadagni pronosticó un escenario energético cada vez más negativo.
“Todos los indicadores de producción seguirán para abajo y los correspondientes al consumo irán para arriba. Para 2012 se estima otro retroceso de la producción de petróleo y gas del 3% promedio y un alza del consumo interno.

Cuadro de situación

De acuerdo con el ex secretario de Energía Alieto Guadagni, la producción de energía se retrae un 3% promedio y el consumo interno crece al 5%.

“Esa diferencia de 8 puntos se cubrirá con mayores importaciones de combustibles que implicarán la pérdida de divisas que podrían utilizarse para mejorar la economía interna”, advirtió Guadagni.
Este año el déficit comercial del sector energético se calcula en US$ 3.000 millones.

Según el ex secretario de Energía, Jorge Lapeña, la cifra trepará a US$ 5.000 millones en 2012.

Las importaciones totales de energía en 2010 llegaron a US$ 4.418 millones, un 710% superior a los US$ 548 millones de 2003.

domingo, 7 de agosto de 2011

Planes energéticos

El populismo invadió la energía

04/08/11 La política energética de corto plazo que instrumentaron los dos gobiernos kirchneristas obliga a administrar una frazada corta de la que todos tironean. Para agrandar la oferta interna de refinación y productos urge cambiar esta mala política.

Por Daniel Montamat EX PRESIDENTE DE YPF Y EX SECRETARIO DE ENERGIA

El populismo invadió la energía 

La crisis en el mercado de refinación y de combustibles es parte de la crisis global de la industria energética argentina.

El crecimiento de la demanda en estos años enfrenta una oferta doméstica estancada que debe ser complementada por importaciones crecientes a precios internacionales superiores a los del mercado interno . Los subsidios indiscriminados crecen exponencialmente para saldar las diferencias de precios con el producto importado. La política energética populista de corto plazo hoy obliga a administrar una frazada corta que todos tironean. Para agrandar la frazada (la oferta interna de refinación y productos) urge cambiar la política energética .

Hay tres distorsiones básicas en el sector petrolero aguas abajo que la política energética de estas dos administraciones ha profundizado: La distorsión entre lo que producimos y lo que demandamos . Demandamos esta estructura de productos derivados: 55% gasoil, 25% naftas, 9% fuel oil, 11% otros productos (similar a la europea). Durante décadas hemos sesgado la demanda de productos hacia el gasoil: por incentivos impositivos en los 90 (se buscó mejorar el tipo de cambio efectivo de la convertibilidad), por la degradación del transporte de cargas por ferrocarril desde hace años y por la escasez de gas natural para operar los ciclos combinados en los últimos años. La estructura de la oferta de refinación es 46% gasoil, 33% naftas, 12% fuel y 9% otros productos. Oferta y demanda no cuadran y, como de un barril no se puede obtener la proporción de productos que uno quiere, en la década pasada empezó a faltar gasoil, que debimos importar, y había excedentes de naftas, que exportábamos. Con el fuel oil se dio el incomprensible negocio de exportar saldos e importar un producto de menor calidad al mismo tiempo, vía Venezuela.

La segunda distorsión viene dada por el desacople entre el crecimiento de la demanda de productos y el estancamiento de la capacidad de refinación . La demanda de gasoil creció en la década un 46% y la de nafta un 45%. Hace décadas, en cambio, que la capacidad de refinación nominal de la Argentina está planchada en 35 millones de m3 año. Con un agravante: está preparada para recibir una mezcla de alrededor de 15% de crudos pesados, pero la producción nacional tiene una proporción de 40% de crudos pesados. Deberíamos exportar pesados (lo hacemos) e importar livianos (no se puede hacer por el divorcio de los precios internos respecto a los del mercado internacional). Entonces, frente a una demanda de productos que crece deformada y sostenidamente, la refinación está estancada y subutilizada por no tolerar una mayor mezcla de crudos pesados. En el 2009, con menor actividad por el año recesivo procesamos 30.436.000 m3 de productos, y en el 2010, en pleno despegue, 30.339.000 m3. La consecuencia es que tenemos que importar crecientes cantidades de productos. El año pasado importamos 3.100.000 m3 año de gasoil, sobre una demanda total de alrededor de 16.000.000 m3 año. El año pasado empezamos a importar naftas y este año importaremos más.

La tercera distorsión proviene de las señales de precios de toda la cadena de valor petrolera, retenciones y controles mediante.

El crudo argentino se vende al mercado doméstico a 53 US$ el barril, aunque por la referencia que fija la retención debería venderse a 42 US$. El litro de súper en surtidor sin impuesto promedió en el trimestre 2.5 $, pero si hay que importar ese litro hay que pagar 4.1$. El litro de gasoil promedió 2.3$, pero el importado se pagó 4$. Como nadie importa a pérdida, el Estado nacional subsidia la operación resignando impuestos. Pero con la suba de los precios internacionales aun la importación desgravada no termina de cerrar.

La suma de estas distorsiones ha generado, desde el punto de vista de la demanda, problemas de escasez, desabastecimiento, precios paralelos y racionamiento en ciertas zonas . Desde el punto de vista de la cadena de comercialización, las distorsiones han generado serios problemas de rentabilidad y muchas quiebras . Cerraron más de 2000 estaciones de servicio (30%) en la década, cuando el parque automotor creció un 50%.

En lo inmediato hay que importar más para superar la escasez. Pero para que cambie el panorama y empecemos a hablar de agrandar la frazada (más refinación, más productos domésticos) hay que cambiar la política energética . Son tentadores los reacomodamientos dentro de la cadena a expensas de otro: productores contra refinadores, refinadores contra estacioneros, etc., pero duran poco.

No hay que confundir puja por escasez con mayor competencia en el mercado. La primera es consecuencia de una política equivocada; la segunda es parte de la política alternativa.

Fuente: Clarin 4 de Agosto

viernes, 5 de agosto de 2011

Ahora todos los días













Ahora todos los días de la semana y permanentemente
Ya los vecinos de Remedios de Escalada y adyacencias no sabemos ni cuando ni cuanto será del corte habitual
Y ahora lo hacen por faces
Será para no dejarnos a todos a oscuras
Será para disgregar la protesta masiva
Puede ser. Todo puede ser
Nunca un aviso
Siempre sin aviso
Y quien debe defendernos, el ENRE, tampoco aparece
Defensa del Consumidor que está dentro de la Municipalidad de Lanús, tampoco te da soluciones
Nadie te da soluciones
Nadie defiende al vecino
Somos los parias IGNORADOS
Estos IGNORADOS por todos y todas las empresas de SERVICIOS y todas y todos los ENTES del ESTADO tienen mucha paciencia
Somos nosotros los vecinos los de esa PACIENCIA
Pero... pero ... también la pierden a esa paciencia y educación
Porque siempre pensamos que habrá soluciones
Siempre pensamos, que bueno puede ser un corte chiquito; esperemos
Pero nos FASTIDIAN TODOS LOS DIAS . . . alternativamente, como explico arriba
Y un día esa paciencia se AGOTA, como sucedió en Diciembre 2010 y en otras fechas en otros barrios
.......
¿ ...  y ENTONCES ...  ?

Daniel H Spagnolo

miércoles, 3 de agosto de 2011

Más incremento en las tarifas de la energía

Energía-Clarin 3 de Agosto de 2011

Por un recorte de subsidios, la luz y el gas serán más caros

Impacto en hogares de todo el país que registren consumos altos y medios.
Por Antonio Rossi

lunes, 1 de agosto de 2011

Empresas a la búsqueda de energías alternativas

ESTRATEGIAS PARA GANAR AUTONOMIA

Los cortes de gas y de electricidad impulsan las inversiones privadas para contar con otras fuentes de aprovisionamiento

PorAlejandra Beresovsky ESPECIAL PARA CLARIN

- 31 de Julio de 2011

 

MANÍ. TRES KILOS DE CÁSCARAS IGUALAN A 1 M3 DE GAS. Ampliar

MANÍ. TRES KILOS DE CÁSCARAS IGUALAN A 1 M3 DE GAS.

Los problemas en el aprovisionamiento energético llevaron a varias compañías a hacer grandes inversiones para contar con recursos alternativos que les garanticen una actividad sin sobresaltos. Cementeras, papeleras y tabacaleras son algunas de las firmas que avanzaron por este camino en los últimos años.

Una de las más ambiciosas en su plan de diversificación es Juan Minetti, la cementera de la cual es accionista el grupo suizo Holcim. Hace 14 años creó Ecoblend, una firma que procesa residuos industriales para aprovechar el aceite que queda impregnado en los metales. Además, cuentan con dos plantas de coque de petróleo para alimentar sus hornos. “Primero levantamos la planta de coque para Mendoza, luego lo hicimos para Córdoba y ahora evaluamos hacerlo para nuestra actividad en Jujuy”, cuenta Demetrio Brusco, director de Cementos Minetti. El ejecutivo afirma que con lo producido por la combustión de residuos de poder calorífico, a través de Ecoblend, actualmente sustituyen el 5% del gas que consumen a lo largo del año y que la idea es llegar al 6% en 2011.

Una molienda de coque requiere una inversión que oscila entre US$20 millones y US$30 millones. La idea en la empresa es “seguir reconvirtiéndose para utilizar coque por lo menos tres o cuatro meses al año, porque el gas tiene un precio tres veces superior y el fueloil es 100% más caro”, sostiene.

Los especialistas aseguran que nadie puede suplir al Estado como proveedor de energía, ya sea directamente o como controlador y planificador. Por este motivo, las empresas buscan la diversificación energética y no la emancipación total. Para Virginia Vilariño, coordinadora técnica del Consejo Empresario Argentino para el Desarrollo Sostenible (CEADS), “no hay un punto de inflexión a partir del cual si no te diversificaste ya no tiene sentido hacerlo”. “Lo que sí es cierto es que, mientras antes se diversifique la empresa, se posicionará en forma más efectiva en los escenarios a nivel global”, agrega.

El año pasado, el grupo Ledesma, conocido principalmente por la fabricación de papel y azúcar con marca de igual nombre, inauguró con una inversión de $65 millones su primera caldera bagacera de alta presión a partir de caña de azúcar, una planta capaz de producir también biomasa para energía. Este año aumentó la partida para su programa de diversificación de su matriz energética a unos US$27 millones. Trascendió que la firma planea reconvertir su esquema de consumo reemplazando aproximadamente el 15% del gas. En su balance del año pasado, la firma explicó que tres toneladas de biomasa reemplazan 1.000 metros cúbicos (m3) de gas natural. En 2010, cuando preveía quemar en sus calderas aproximadamente 71.000 toneladas de biomasa, esperaba ahorrar 2,4 millones de m3 de gas.

Otra gigante agroindustrial, Tabacal, tradicional compañía salteña fundada por Robustiano Patrón Costas y adquirida en 1996 por la norteamericana Seaboard, también decidió aprovechar su insumo natural, la caña de azúcar, para producir energía con biomasa. Invirtió US$50 millones en una planta y ahora la está poniendo en funcionamiento. La caldera le permitirá generar 200 toneladas de vapor para abastecer una usina de 40 megavatios (MW), de los cuales consume 12 MW y el resto sirve para alimentar la provisión de Salta. Este mes es clave para el emprendimiento porque es ahora cuando lo pone en marcha.

Aceitera General Deheza (AGD), la alimenticia cordobesa de la familia Urquía, dueña de marcas como Natura o Mazola, inauguró en 2001 una caldera que quema cascara de maní para producir el vapor de agua que necesita para la molienda de granos y en 2008 invirtió en un grupo turbogenerador. Hoy dicen desde la empresa que eso le permite sustituir el gas durante dos meses y negociar mejores precios cuando la demanda es menor. Esa iniciativa se repaga con los bonos de carbono, un estímulo a la inversión que permite reducir la emisión de gases y que son canjeables en el mercado internacional. En su caso, tres kilos de cascara de maní permiten reemplazar un metro cúbico de gas y la firma exporta 37 toneladas de maní, el 17,7% de lo que se vende en el mundo. “El objetivo de la dirección es reinvertir constantemente, para no dejar de ser competitivos frente a las multinacionales”, manifiestan desde la compañía, que facturó US$2.100 millones en el ejercicio 2010/2011 y de la que vive gran parte del pueblo de General Deheza.

Vilariño reconoce que “no todas las empresas pueden tender al autoabastecimiento”, pero dice que sí pueden prever qué tipo de energía utilizar en algún porcentaje de su producción. Demetrio Brusco, miembro también de la Unión Industrial de Córdoba (UIC), cuenta que una de las opciones que ofrece la entidad es formar un pool de pymes para negociar mejores precios con los proveedores de insumos energéticos. En ese sentido, Vilariño afirma que la agroindustria tiene más posibilidades de diversificar su matriz energética, pero al mismo tiempo más necesidad, ya que, como produce principalmente commodities, trabaja a gran escala y no puede parar su actividad.

La coordinadora del CEADS menciona que, junto con las fuentes tradicionales – como petróleo y gas – la energía hidroeléctrica participa en la generación del 38% de la matriz total. “La nuclear nunca superó el 10% y las renovables, como eólica, solar o mareomotriz, no llegan al 1%”, y manifiesta que “si bien tenemos la ley de energías renovables, que tiene por objetivo que se supla a las no renovables en un 8%, no están los recursos para que se implemente efectivamente”. La especialista recordó que otras empresas que diversificaron su matriz energética son Pepsico, Mastellone, Arcor, Loma Negra y Acindar, esta última con autogeneración de gas.

Para el ex secretario de Energía, Emilio Apud, las empresas apelan a una estrategia alternativa por el miedo a la escasez. “Pero, una vez que se recupere la oferta, vamos a tener una señal muy clara para tender a la diversificación y serán los precios. Actualmente, la Argentina está en un 40% de lo que son los precios internacionales de una canasta de combustibles. Cuando los precios se alineen, los usuarios comprenderán la importancia del recurso, como sucede en lugares que no lo tienen naturalmente, como Europa o Japón”, explica.