¿Por qué unos países usan electricidad de 110v y otros de 220v? ¿Y cuál es mejor?
Las diferencias en el voltaje parecen el resultado de la
decisión caprichosa de un poderoso al comienzo de la implementación de una nueva
tecnología
Como
los autos que llevan el volante a la derecha, las diferencias en el voltaje que
aplican en diferentes países parecen el resultado de la decisión caprichosa de
un poderoso al comienzo de la implementación de una nueva
tecnología.
Un
clara línea -con unas marcadas, excepciones- divide el mundo en dos mitades:
buena parte del continente americano usa una potencia de 110v a 120v; buena
parte de Europa, Asia y a África un rango que va de 220v a 240v.
¿Por
qué? Y, quizás más importante, ¿qué diferencia hace? Lo abordamos de atrás para
adelante.
La cuestión del voltaje
Empecemos
por explicar de qué se trata la "v" que acompaña los números, y que representa
el voltaje.
"El
flujo de electricidad en un circuito es descrito por dos cantidades, el voltaje
y la corriente", le explica a BBC Mundo Morris Lockwood, gerente técnico de Edif
era, una empresa de consultoría en materia de ingeniería con sede en Reino
Unido.
"El
voltaje se mide en voltios y la corriente en amperios. Los dos son muy
diferentes", dice.
"Para
entenderlo mejor con un ejemplo, imagina el agua que fluye en una tubería o una
manguera. El voltaje equivale a la presión y la corriente es la tasa de flujo de
agua (o cuánta agua circula por la tubería). Se necesita de ambos para
transmitir energía".
La
multiplicación de voltios (presión) por los amperios (flujo) es lo que da la
potencia, que se mide en vatios.
Las ventajas con el ejemplo de la manguera
Sigamos
usando el ejemplo de la manguera para explicar las implicaciones prácticas de
esto.
Tomemos
el caso de los bombillos. Los hay comúnmente de 100 vatios, 75 vatios, 60 o 50,
entre otros. Muchos equiparan, erróneamente, esos números a la luminosidad. Pero
lo que reflejan en realidad es cuánta energía consumen.
Así,
pues, en un país con voltaje 110, un bombillo de 60 vatios requerirá unos 0,54
amperios de corriente.
En
cambio, en un país con voltaje 220, el mismo bombillo requerirá 0,27 amperios de
corriente.
En
términos de cuánta de electricidad, uno y otro no hacen diferencia. Lo que pagas
es la potencia -los vatios consumidos por hora, expresados en la unidad
kilovatios/hora-. Así que el tamaño de tu factura eléctrica depende de cuál
bombillo escogiste tú.
Pero
si atinamos con nuestro intento didáctico, estimado lector, podrás ver que el
voltaje 220 puede funcionar con una "manguera" más delgada: al incrementar la
presión, se requiere de una tasa de flujo menor de "agua".
"La
principal ventaja de utilizar un voltaje 220 es que el cableado es más sencillo,
más maniobrable, de un material más barato", le dice a BBC Mundo el ingeniero
eléctrico Miguel Lara.
"Una
casa lleva cientos de miles de metros de cables. Si le pones 110v, necesitas
cables más gruesos y eso es costoso".
¡Voilà!,
he ahí la explicación de la principal ventaja del patrón 220v.
¿Cuál
es el otro lado de la moneda?
"Hay
tensiones muy peligrosas. La de 240 ya es bastante peligrosa. No te recomiendo
un corrientazo de esos", dice Miguel Lara.
Y ahora la historia
La
cuestión de la seguridad está, precisamente, en el corazón de la razón histórica
por la cual Estados Unidos y los países en su área de influencia se decantaron
por el voltaje 110.
Todo
comenzó con la épica diatriba, bautizada como "la guerra de las corrientes",
entre Thomas Alba Edison y Nikolai Tesla, en la introducción de los primeros
sistemas de transmisión de energía, a finales del siglo XIX.
Edison
promovía el uso de la Corriente Directa (DC, por sus siglas en inglés), que
trabajaba a una potencia de 100v y era difícil de convertir a otros
voltajes.
Tesla,
detrás de la Westinghouse Corporation, sostenía que la Corriente Alterna (AC)
era mejor: su voltaje podía modificarse con facilidad, reduciendo
significativamente los costos, y podía transportarse a grandes distancias.
Por
contraste, el punto de Edison era que la AC era peligrosa.
Para
demostrarlo, organizó demostraciones en la que achicharró animales en una silla
eléctrica alimentada por AC.
Pero
Tesla le ganó de mano. En la Feria Mundial de Chicago -y no intentes esto en tu
propia casa-, se hizo pasar una corriente alterna de millones de voltios por su
propio cuerpo, una experiencia de la que salió ileso.
Al
parecer lo ayudó el hecho de que usó una alta frecuencia y llevaba puestos
zapatos hechos de goma. Pero esto, aunado a los menores costos de la corriente
alterna, marcó la victoria por la Westinghouse y la adopción del sistema en el
mundo entero.
Pero
para entonces, los bombillos de Edison eran populares en Estados Unidos. Y como
funcionaban con voltaje 100 -luego modificado a 110-, se adaptó la corriente
alterna a esa magnitud.
Así
cuenta la historia que se adoptaron los dos sistemas dominantes en el mundo:
110/120 y de 220 a 240.
fuente:
lanacion.com
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