25 megageneradores y todo sigue a media luz

MARTES, 21 DE MAYO DE 2013

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Ante la preocupación de los vecinos del Barrio Las Colonias, por la posible contaminación ambiental -que publicó La Defensa- ayer una comitiva de La Juan Domingo integrada por el edil Heriberto Deibe, Chirola Díaz, Jorge Sivori, Gustavo Quindimil y Fernando Rivera, fue a visitar la instalación de los 25 motogeneradores a diesel, cada uno con una potencia de 1MW. Estos 25 generadores se conectan a la estación transformadora que está enfrente de la usina desde donde se distribuye electricidad por el sistema Edesur, en la calle Almeyda, tras el velódromo municipal.
Con toda esta parafernalia, se duda que sirva para proveer de suficiente energía al distrito.
Por lo menos ayer y hoy, en la avenida 9 de Julio, los generadores estaban a las puertas de los negocios, funcionando a pleno.
  Lo cierto es que la comitiva juandominguista efectuó un informe pormenorizado de su visita que señala: 
1- Las últimas semanas tuvieron inconvenientes con el sistema porque una retroexcavadora de AySA rompió dos cables de alta tensión que iban soterrados. Uno fue arreglado y el otro está en vía muerta porque Edesur no consigue los materiales para reponerlo.
2- La empresa Aggreko a principio de año emitió la orden de compra para hacer la elevación del muro, que no empezó porque la Secretaría de Energía de la nación ordenó el traslado de la Central a Miramar, donde sería más necesaria.
Entonces la empresa Aggreko y Enarsa acordaron cómo hacer el traslado y en paralelo se decidió una obra menor de atenuación de ruidos, como elevar menos la pared, hasta que Cammesa, una compañía administradora del mercado eléctrico, ordene el traslado definitivo
porque es la firma que pone la plata para mudar las instalaciones. Hasta hoy esa órden de traslado no está.
Cuando el contratista del trabajo fue a pedir el permiso de obra para elevar el muro, le dijeron que no se lo daban porque no está completo el expediente: faltaba el documento del titular del predio, que es un comodato de uso del terreno, entre Enarsa y Edesur que es la dueña del predio. Luego Enarsa lo cede al operador en este caso Aggreko. 
Edesur no firmó el comodato porque en realidad el terreno -dice- esta a nombre de SEGBA. Es decir que Edesur no quiere quedar “pegada” a esta operación: no quiere convalidar esta operación de esta central. 
  “Para sintetizar, en otras municipalidades Edesur hizo obras de ampliación de la red sin necesidad de hacer una central que genera ruido ni motogeneradores por todo Lanús que es la otra opción, este intendente no les exigió las obras que por el nuevo plan deberían estar realizadas. Es decir su ineficacia hace que se quede dormido y tambien podría solucionar que se levante el paredón con un permiso precario desde la intendencia, lo cual refleja que siempre el intendente se quiere lavar las manos, por si estallan los problemas de enregía con los primeros fríos vienen seguro, con esa central funcionando a pleno con el consiguiente problema de ruidos y otros potenciales contaminantes”, señala Deibe quien el viernes pasado, votó en contra cuando el Concejo Deliberante aprobó por tercera vez una prórroga referida a una obra de este tipo.

La región ganó en energía, menos Argentina

La última década ha sido favorable para el avance del sector energético en América Latina. Salvo nuestro país, que ha retrocedido, los restantes subieron tanto sus producciones de petróleo y gas como las reservas de esos combustibles, para lo cual contaron con las inversiones necesarias.

Por ALIETO ALDO GUADAGNI EX SECRETARIO DE ENERGIA

La región ganó en energía, menos Argentina

La última década ha sido propicia para el avance del sector energético en América Latina. Hay tres factores que han jugado a favor de la expansión de las reservas como de la producción de petróleo y gas.

El primero es el alza del precio internacional del petróleo que actualmente supera los 95 dólares, cuando en la década anterior oscilaba en torno a los 20. El segundo es que nunca como en los últimos años ha sido tan fácil financiar las costosas inversiones energéticas en América Latina; baste decir que entre 2003 y el 2012 las inversiones directas externas se multiplican en nuestra región nada menos que cinco veces, llegando ya a los 190.000 millones de dólares. Al mismo tiempo el costo del capital se ha reducido sustancialmente, ya que las tasas de interés internacionales registran ahora valores tan reducidos (la tasa Libor por debajo del uno por ciento anual) que ni llegan a la quinta parte del nivel de la década anterior.

Todo esto es favorable y muy importante, ya que para aumentar la producción de hidrocarburos hay previamente que invertir tanto en exploración como en desarrollo de las reservas descubiertas.

Los buenos resultados están ya a la vista en América Latina; en la última década la producción de petróleo aumentó 76% en Perú, 58% en Colombia, 44% en Brasil, 31% en Ecuador y 25% en Colombia.

También fue una buena década para la producción de gas, ya que aumentó 6 veces en Perú, 56% en Colombia, 49 % en Brasil, 57% en Bolivia, 27% en Venezuela, 22% en México y 37% en Trinidad-Tobago. Estos incrementos en la producción son sostenibles porque están basados en aumentos en las reservas, que han crecido gracias a inversiones alentadas por políticas sensatas en un marco de previsibilidad jurídica. Es así como, por ejemplo, Perú y Colombia duplican sus reservas gasíferas en la última década, mientras que Brasil las incrementa en un 150%. El aumento en las reservas petroleras en la región no se queda atrás ya que se triplican en los últimos diez años.

Pero Argentina es una notable excepción en este cuadro tan propicio, ya que es la única nación latinoamericana que en energía retrocede y mucho. Los actuales responsables de la política energética hace ya diez años que están en funciones. Esto es digno de mención porque nunca hubo un mismo ministro en esta área durante 120 meses.

El balance es negativo, ya que desde que asumieron estas autoridades han venido observando pasivamente cómo caían todos los meses tanto la producción de gas como de petróleo. Por eso ahora se produce un tercio menos del petróleo que se producía cuando comenzaba esta gestión, en mayo del 2003; es difícil de entender esta pasividad cuando se observa que por 120 meses consecutivos cae la producción.

Lo mismo ocurre con el gas, ya que ahora se produce un quinto menos que lo que se producía en 2004, en una grave caída acumulativa que ya lleva nada menos que 100 meses seguidos.

Desde ya que la producción cae porque caen las reservas.

Esta pérdida de recursos naturales es tan grande que intentar cubrirla totalmente con importaciones de hidrocarburos nos costaría en el futuro a todos los argentinos más de 300.000 millones de dólares.

Los cepos cambiarios lucen por ahora como la única respuesta simplista a este retroceso productivo.

Nuestra pérdida de reservas no corresponde a una maldición geológica, sino que refleja la ausencia, en esta década perdida, de una sensata política energética que promueva la producción.

Las autoridades impulsaron el “capitalismo de amigos petroleros” en la adjudicación de la mayor parte de áreas petroleras para exploración. Por ejemplo, en 2006 Santa Cruz otorgó 7,2 millones de hectáreas para desarrollo de hidrocarburos, en una licitación en la cual se descalificó desde el inicio a todos los petroleros en serio.

Así se pudieron adjudicar todas las áreas licitadas a Lázaro Báez y Cristóbal López.

No es tampoco ajena a esta gran descapitalización energética la perjudicial decisión del Gobierno de contribuir con el voto del director estatal a la absurda, por lo cuantiosa, distribución de dividendos de YPF en los últimos años. Esto ocurrió a partir del 2008, cuando las autoridades aprobaron por escrito el ingreso a la tradicional empresa líder de un socio español-australiano con manifiesta vocación de “sacar” pero sin “poner”.

Pero siempre hay una luz de esperanza, ya que recursos potenciales no nos faltan.

Pero de poco nos servirán en el futuro si no están puestos en valor mediante una nueva y muy distinta política energética capaz de movilizar genuinas inversiones de riesgo. La tarea no es tan difícil: basta simplemente con abandonar el depredador capitalismo de “amigos” y prestar atención a lo que ha ocurrido en América Latina en esta “década ganada”.

Salvavidas

11 MAY 2013 01:03h-Clarin

EDENOR Y EDESUR HABÍAN PERDIDO CASI $ 890 MILLONES EN EL PRIMER TRIMESTRE

El Gobierno les tira un salvavidas a las distribuidoras eléctricas

Con el reconocimiento de tarifas adeudadas, las empresas podrán mejorar sus balances.

Por ANTONIO ROSSI

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Complicada. Edenor es la que tiene más problemas. /DIEGO DIAZ.

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Tras haberlas asfixiado económicamente al no darle los aumentos tarifarios que correspondían por contrato y luego de haber acumulado pérdidas millonarias récord que condicionan su gestión operativa, el Gobierno decidió otorgarles a Edenor y Edesur un auxilio transitorio que les permitirá llegar hasta las elecciones de octubre con una situación menos apremiante.

El salvavidas oficial –que implica un reconocimiento de subas tarifarias no aprobadas por $ 4.380 millones en conjunto– no impidió que las empresas queden “escrachadas” en la Bolsa por sus balances en rojo y sus patrimonios negativos.

Ayer las autoridades bursátiles suspendieron la cotización de Edenor, tras conocerse el balance del último trimestre con resultados no asignados negativos por $ 1.395 millones que consumen la totalidad de su patrimonio neto. La distribuidora –que controla el grupo Pampa Energía de Marcelo Mindlin y que tiene como socia a la ANSeS – registró una pérdida récord de $ 510 millones entre enero y marzo que equivale a la mitad del rojo del último ejercicio anual.

Hasta que no resuelva la situación patrimonial negativa de casi $ 20 millones, la empresa quedará excluida de la plaza bursátil.

En el caso de Edesur –que perdió $ 378 millones en los primeros tres meses del año y que también tiene comprometido su patrimonio neto–, la Bolsa le sacó una especie de “tarjeta amarilla”, al avisar que ampliaba los controles a los valores negociables que tiene en la plaza y que ya estaban cotizando en “rueda reducida”. La empresa –que maneja el grupo italiano ENEL-Endesa– posee resultados no asignados negativos por $ 1.571 millones, que insumen 87% de su patrimonio.

Por su parte, Edelap también fue advertida. Tras registrar una pérdida en el primer trimestre de $ 55 millones, sus resultados negativos llegaron a $ 281,6 millones e insumen el 94,15% de su patrimonio.

El salvataje parcial concedido por el Gobierno a Edenor y Edesur quedó plasmado en la resolución 250 de la Secretaría de Energía.

Dicha norma establece un mecanismo de cuatro pasos para aliviar la situación económica de las distribuidoras. Primero le reconoce a las empresas un ingreso por mayores costos que totaliza $ 4.380 millones. En segundo lugar, le resta lo que adeudaban por los fondos tomados del PURE por $ 2.768 millones. Luego le ordena a Cammesa (la administradora del mercado eléctrico) que le entregue a las empresas certificados por el excedente conjunto de $ 1.612 millones. Y, por último, autoriza a la administradora a que acepte esos papeles como parte de pago de las deudas que acumularon las distribuidoras por la energía no pagada en los últimos meses.