sábado, 24 de agosto de 2013

Las energías renovables, aún muy costosas

POR BJØRN LOMBORG PROFESOR DE LA ESCUELA DE ADMINISTRACIÓN DE EMPRESAS DE COPENHAGUE, DIRECTOR DEL CENTRO DE CONSENSO DE COPENHAGUE

23/08/13-CLARIN

Todavía muchos creen que las energías renovables nos liberarán de los combustibles fósiles en breve. Pero por desgracia, todo indica lo contrario. Según datos de la Agencia Internacional para la Energía, en 1971, el 13,12% de la energía mundial procedió de fuentes renovables. En 2011, esa cuota disminuyó al 12,99%. Pero una encuesta reciente señala que los estadounidenses creen que en 2035 el uso de energías renovables ascenderá al 30,2% del total, cuando en realidad, es probable que la cifra sea 14,5%.

En la actualidad, la energía solar y la eólica constituyen una fracción ínfima de las fuentes renovables: alrededor de un tercio de punto porcentual.

La enorme mayoría de la energía renovable procede de la biomasa, es decir, madera y otros materiales vegetales, la fuente de energía más antigua de la humanidad. Y si bien la biomasa es renovable, a menudo su uso no es ni conveniente ni sostenible.

En los países de Europa occidental antes de la industrialización, el uso de madera como combustible provocó un proceso masivo de deforestación (lo mismo que ocurre en la actualidad en gran parte del mundo en desarrollo). La contaminación doméstica producto de la biomasa mata cada año a más de tres millones de personas. Asimismo, los cultivos energéticos modernos aumentan la deforestación, compiten con la agricultura por el uso del espacio y empujan al alza los precios de los alimentos.

Los lugares del mundo donde más se usan energías renovables son también los más pobres.

África obtiene de fuentes renovables casi el 50% de su energía, en comparación con el 8% de la OCDE. Incluso los países europeos de la OCDE, donde la cuota es 11,8%, están debajo de la media mundial. La realidad es que la humanidad se pasó los últimos siglos tratando de abandonar las energías renovables. En 1800, el mundo obtenía de este tipo de fuentes el 94% de su energía, pero esa cifra no ha dejado de disminuir desde entonces.

La adopción de los combustibles fósiles fue un cambio trascendental que produjo grandes beneficios. Por supuesto, trajeron sus propios problemas ambientales. Y si bien hay diversas innovaciones tecnológicas que redujeron considerablemente la contaminación atmosférica local, el problema de las emisiones de CO2 sigue en pie. De hecho, es el principal motivo del clamor mundial en pos de una vuelta a las energías renovables.

Pero estamos lejos de ello. Las políticas ecologistas actuales fallan por una razón muy sencilla: las energías renovables son demasiado caras.

La solución es lograr innovaciones para abaratarlas. Necesitamos aumentar drásticamente la financiación en investigación y desarrollo, para que las próximas generaciones de tecnología eólica, solar y biomásica sean más baratas y eficaces.

Copyright Project Syndicate, 2013.

No hay comentarios: