sábado, 19 de noviembre de 2011

Subsidios en la mira - Electricidad

15 NOV 2011 00:55h-Clarin

CONSUMOS DE ELECTRICIDAD, GAS Y AGUA

Los subsidios a barrios cerrados y countries, en la mira del Gobierno

Por Alcadio Oña
La lectura obvia canta que, ahora o más adelante, esos usuarios perderán los subsidios a la luz o se los recortarán . Una equivalente, que tendrán aumentos en las tarifas. De hecho, la radiografía sirve para los servicios de gas y agua .
Ayer mismo, el Gobierno resolvió incrementar los cargos tarifarios para las empresas consideradas grandes consumidoras de gas. Es, en principio, una medida controvertida, pues ya existen fallos en la Justicia que han trabado esos cargos , con el argumento de que pueden ser equiparados a un impuesto y, por lo tanto, es necesaria una ley.
Habría que reconocerle una primicia a Roberto Dromi, el gran privatizador de los 90. Un mes antes de las elecciones primarias había dicho, en un reportaje con el diario oficialista Tiempo Argentino : “Hay que corregir los subsidios, ¿quién no se da cuenta? Claro que las tarifas están atrasadas, pero no es el momento. Ahora se están definiendo otros temas”.
Tal cual se ve, el momento era después de las presidenciales . Aunque la primicia de Dromi lucía mediatizada por su cercanía con el ministro Julio De Vido.
Quienes no estaban al tanto del enorme paquete en juego, ahora saben que, desde 2005, el kirchnerismo subsidia a casinos, bingos, bancos, aeropuertos, compañías de telefonía celular, petroleras y mineras. Las subvenciones alcanzan tanto a pobres como a ricos y a empresas poderosas.
Es, al fin, un sistema con notorios focos de inequidad. Y para probarlo, bastan algunos datos de Iaraf, un instituto especializado en el análisis de las cuentas fiscales: Por habitante, la Capital Federal recibió el año pasado $ 2.136 en subsidios a la energía y el transporte. Buenos Aires, $ 1.486 y Santa Cruz, $ 1.477.
En el otro extremo, a Santa Fe le tocaron $ 40, a Corrientes $ 51 y a Córdoba, 56.
La diferencia entre quienes reciben más y quienes menos es de 53 veces .
El último informe sobre precios de la consultora dirigida por el ex secretario de Energía Daniel Montamat aporta cifras adicionales al panorama.
Dice que, en Santa Fe, la tarifa residencial de la electricidad es un 360 % más cara que en la Capital y el conurbano. Y un 405 % la de Córdoba.
Una distorsión si se quiere aún peor ocurre con el gas. El costo del que se consume por garrafas cuadruplica al que llega a las casas por redes . Casi ni hace falta repetir que las garrafas son el único medio de acceso al gas de los sectores de recursos muy escasos: abastecen por completo al Noreste y al Noroeste y a grandes zonas del conurbano.
En todas partes, se sabe, viven personas con ingresos altos y bajos. Y, seguro, en la Capital existe bastante más de lo primero que de lo segundo.
La dimensión de unos pocos números revela la trama del sistema creado por el kirchnerismo. También pone al descubierto cómo son repartidos los beneficios y transforma en parcialmente cierto, o inconsistente, al argumento de que todo fue imaginado para mejorar la distribución de los ingresos .
Hay más. Según Montamat, en Santa Fe las tarifas de electricidad para las industrias salen un 56 % más que en la Capital Federal y el GBA. Y un 200 %, en Córdoba. Otras cuentas muestran que, en lugares del interior, el boleto del transporte automotor vale el doble o el triple que acá .
Una pregunta cae sola: ¿por qué recién ahora el Gobierno empieza a desmontar el sistema? Las respuestas están encadenadas y van desde los costos políticos que se quisieron evitar hasta una directa: el sistema ya es definitivamente insostenible.
Gasto fiscal a todo vapor, este año los subsidios a la luz, el gas y el transporte de pasajeros rondarán los $ 67.000 millones . En 2005, no llegaban a $ 5.000 millones .
Otra manera de analizar un modelo que de tan enmarañado despierta sospechas, pasa por la montaña de dólares que se consume en importar gas, combustibles y hasta electricidad, o sea, en sostener la estructura energética. En 2010, la factura bordeará los US$ 10.000 millones.
Son compras dictadas por la falta de producción interna e imprescindibles para mantener la actividad económica. Al ritmo que avanzan, el año próximo pueden comprometer otras importaciones también necesarias: simplemente, porque el horizonte pinta divisas menos abundantes .
En el mercado dan por hecho que en algún momento la guadaña sobre los subsidios tocará a ciertos establecimientos comerciales. La lista que Planificación les pidió a las distribuidoras ya entra en las casas de familia, aunque seguro habrá casos en los que el programa de ajustes será gradual y dejará afuera a los sectores de menores recursos.
El punto es justamente cuál será el modelo que alumbrará el kirchnerismo, cuando la ola que dejó crecer sin límites ya es mucho más que una amenza. Y aquello que pudo corregir pausadamente, al fin se le vino encima de golpe .

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