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- 13/09/14
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El cielo gris que domina Beijing desde hace un par de días, pero sin pronóstico de lluvia, pareció estar a tono con la sensación causada por los primeros sonidos de los autos de Fórmula E cuando a diez minutos de las cuatro de la húmeda tarde china salieron a la pista para una breve prueba con vistas a la carrera que esta madrugada, tras clasificar en la medianoche, inauguraba su primer campeonato mundial en el circuito de Beijing, emplazado en el Parque Olímpico, en la zona sur de la populosa capital china.
Costó emparentar esos sonidos, similares a silbidos ligeramente agudos, con los tradicionales de los monopostos de carrera pero éste es el camino que eligió esta flamante Formula Eléctrica en su prioritario objetivo de cuidar el medio ambiente.
¿Será el camino al futuro del automovilismo deportivo como se lee en varios carteles de este circuito chino?
“No sé, pero lo importante es que es una categoría que nos da una buena chance a quienes no podemos estar en la Fórmula 1”, le aseguro a Clarín, el brasileño Bruno Senna, uno de los varios ex F 1 que recaló en la Fórmula E.
“Manejar estos autos es un gran desafío deportivo pero fundamentalmente técnico porque hay que saber aprovechar el target limitado de energía en cada auto y también saberlo usar en las curvas donde se pierde la potencia”, contó tras relativizar sus expectativas al volver a enfrentar a un Prost y a un Piquet, los hijos de dos de los grandes archirivales que tuvo su tío Ayrton.
“Los nombres no marcan la rivalidad, aquéllos fueron otros tiempos y otros pilotos”, reflexionó con certeza al tiempo que la celosa encargada de prensa del equipo le recordaba un nuevo compromiso fotográfico.
Mientras tanto, algunos de estos autos siguen recorriendo el circuito. Casi en silencio, pero con un nuevo atractivo.
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