Casi 550.000 personas por día tuvieron cortes de luz en febrero
El calor deterioró el servicio; las empresas dicen que fue peor el año pasado
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Pablo Fernández Blanco
El verano trajo una evidencia: fue imposible que en febrero cientos de miles de personas por día no tuvieran que pagar el precio de la ola de calor con cortes de luz. Así lo muestran las estadísticas oficiales.
En febrero, el más caluroso de la historia, hubo un promedio de 136.660 clientes por día que tuvieron interrupciones en el servicio en las concesiones de Edenor y de Edesur, de manera que fueron afectadas casi 550.000 personas por día (si se cuenta que cada hogar tiene cuatro integrantes en promedio).Si se toma el número desde el 27 de diciembre pasado (cuando el Gobierno comenzó a informar sobre las interrupciones), el promedio desciende a casi 517.000 personas. Pero muestra casos paradigmáticos.
El 22 de enero fue el día más crítico del calendario eléctrico. A medida que los camalotes avanzaban sobre la superficie del Río de la Plata, las plantas generadoras de la ciudad tenían mayores problemas para que el líquido entrara por sus tomas de agua. Como no hubo suficiente para generar el vapor que mueve algunas turbinas, se redujo el aporte de energía en un momento de alta demanda. La invasión de las plantas acuáticas obligó al ministro de Energía, Juan José Aranguren, a explicar la situación en una conferencia de prensa. "No es un tema nuestro el control de la bajada de camalotes, pero afecta también a la generación eléctrica", reconoció en la Casa Rosada.Usuarios afectados por cortes en el suministro eléctrico
Aunque los números son enormes, fuentes privadas sostienen que hubo menos interrupciones que en el mismo mes del año pasado. Y su impacto es distinto según el lugar desde el que se miren. Por caso, es imposible compararlos con registros anteriores debido al celoso secreto que impusieron Néstor y Cristina Kirchner sobre las estadísticas, no sólo las del Indec, sino también las del ENRE, el ente nacional que regula al sector eléctrico. El gestor del blackout estadístico fue el ministro de Planificación, Julio De Vido, mientras que su mano derecha, Roberto Baratta, reguló el sector con métodos más cercanos a la coerción que a criterios técnicos.
Una secretaria de la alta gerencia de Edenor recordará para siempre la conversación que tuvo con el ex funcionario un viernes por la tarde. "¿Sabés quién soy? Buscá una foto mía, porque el lunes voy a asumir como interventor de la empresa", le avisó. La empresa que maneja Ricardo Torres y pertenece al grupo de Marcelo Mindlin le inició un juicio al Estado en 2012. La demanda sostiene que por el atraso en la recomposición de sus ingresos peligraba la prestación del servicio público. Nunca tuvo una respuesta concreta del gobierno.
Los ejecutivos de Edesur recibieron un trato personal aun peor.
Fuentes privadas reconocen que Planificación ordenaba verbalmente cortar la luz cuando el consumo superaba las posibilidades de la oferta. El gobierno anterior nunca reconoció eso en documentos oficiales.
En términos porcentuales, los cortes parecen un mal menor. Según las cifras que analizó LN Data, sólo 2% de los usuarios fueron afectados en promedio cada día, sobre un universo que araña los 5,3 millones de clientes.
La llegada de Mauricio Macri a la presidencia cambió la manera de gestionar al sector eléctrico. En el tercer día hábil de gestión, Aranguren convocó a una conferencia de prensa para anunciar que el Gobierno declararía la emergencia energética. Y anticipó mucho de lo que iba a ocurrir; entre otras cosas, que sería necesario acudir a los cortes programados de electricidad porque la oferta no alcanzaría a cubrir las necesidades de la demanda. Y aumentó más de 500% la tarifa eléctrica para los usuarios de la ciudad de Buenos Aires.
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