sábado, 3 de marzo de 2012

Super Red Electrica Europea

Ahorrando energía: la súper red inteligenteEscrito por Thilo Kunzemann

http://www.conocimiento.allianz.com.ar/energia/?23/ahorrando-energa-la-super-red-inteligente

 / Créditos: Reuters

(Foto: Reuters)

Se ha hablado mucho acerca de la producción de la energía renovable y menos de la reducción del consumo. Actualmente los ingenieros están estudiando la conexión entre los dos: ¿podrían las redes inteligentes y medidores de energía iniciar una revolución energética?

Uno de los problemas más grandes con la energía renovable es que es difícil de planificar. Anticipar si el viento soplará o si el sol brillará no es fácil y peor, algunos de los mejores lugares para la energía solar o eólica se encuentran a gran distancia de los consumidores.
La energía eólica y solar ejemplifican el dilema. El desierto del Sahara posee suficiente potencial de energía solar para satisfacer con creces las necesidades europeas de energía. El viento es abundante en el Mar del Norte alemán y sobre la costa escocesa. Pero no hay suficientes personas para utilizar la electricidad producida en estas áreas remotas.
La súper red
Para transportar electricidad cientos y hasta miles de kilómetros con poca pérdida de energía a los centros urbanos de Europa se necesitarán “súper redes”. Desafortunadamente las redes de alto-voltaje existentes, construidas en gran medida en los años 60 a 80, ya alcanzaron sus límites de capacidad y cada kilómetro adicional de red convencional desperdicia energía.
Si bien la mayoría de las redes convencionales funcionan con corriente alterna (AC), una súper red de larga distancia debería estar basada en líneas de corriente directa de alto voltaje (HVDC), las cuales sufren menos pérdidas, pero tienen un costo alto. Un estudio conducido por el Foro Climático Europeo estimó que producir y transportar 5 gigavatios (GW) de energía renovable desde África del Norte a Europa requeriría inversiones de 10 a 25 mil millones de euros, mientras que una planta eléctrica alimentada a carbón de 1 Gw actualmente cuesta cerca de mil millones de euros.
En el pico de consumo Europa utiliza alrededor de 400 GW de electricidad. Sin embargo, la construcción de plantas de energía renovable para cubrir porciones de esta demanda es menos problemático, sostiene Johan Lilliestam, un experto en energía del Instituto Potsdam de Investigación de Impacto Climático. “La construcción de las redes es el gran desafío”, agrega. “Hoy es necesario esperar 10 a 15 años para obtener el permiso para construir una nueva red eléctrica. Si deseasen construir muchas redes nuevas en toda Europa tendrían un gran problema con la aceptación del público”.

Más aún, las redes están también demasiado forzadas, debido la producción errática típica de las nuevas fuentes de energía. Cuanto mayor es la distribución de la energía renovable, más complejo se torna ajustar la oferta a la demanda.
En Dinamarca la energía eólica provee más del 20 por ciento de toda la energía generada. Si bien el país aún posee potencial de energía eólica offshore, ya ha alcanzado un nivel de penetración en donde la energía eólica se ha convertido en un desafío para su red, sostiene David Jones, director general de las Inversiones Especializadas de Allianz.
“En un gran sistema eléctrico que está bien interconectado, como el de Alemania, esto es posible de alcanzar. Pero dentro de un sistema de redes menos flexible, si tiene energía imprevisible que contribuye con más del 20 por ciento, el costo de la capacidad de carga de redes comienza a ser excesivamente alto.”

La red inteligente

Aquí es donde una “red inteligente” entraría en juego. Llamado el “internet de la electricidad”, una red inteligente conectaría varias fuentes de energía, como las turbinas de energía eólica, plantas de energía convencionales y células fotovoltaicas, y las combinaría de manera inteligente, adaptándolas a una demanda cambiante.
Lo primero que se necesita son medidores de corriente inteligentes que midan el consumo de cada aplicación conectada a la red y transfieran esta información de vuelta a la empresa de servicios. Esto significaría que los consumidores deban revelar información personal, pero a cambio podrían comprar electricidad a bajo precio y evitar los picos en valores tarifarios altos.
“Teóricamente se podrían tener un lava-vajillas automático que se encienda cuando la electricidad es económica y se detenga cuando la electricidad es demasiado cara”, sostiene Lilliestam. “Y uno obtendría una factura eléctrica más detallada, que le permitiría verificar cuándo necesita una cantidad determinada de electricidad.”
Traducción: Allianz Argentina
Un proyecto de 100 millones de dólares que contiene una red inteligente está funcionando en Boulder, Colorado. Xcel, la empresa de servicios detrás del proyecto, planifica utilizar la información recogida para permitir que los precios fluctúen; de modo que los consumidores paguen más durante las cargas pico y ahorren cuando hay poca demanda.
La red súper inteligente
A medida que los proyectos de redes inteligentes adquieren forma, los expertos como Lilliestam ya están soñando con las redes súper inteligentes. Una red así combinaría las ventajas de las redes inteligentes y las súper redes y transmitiría la energía renovable de emplazamientos pequeños y grandes diseminados a lo largo de grandes distancias, mientras compararía constantemente las cargas fluctuantes de oferta y demanda.
En un sistema tan grande el viento siempre sopla en alguna parte. Las bajas o picos de producción regional podrían ser equilibrados por la energía renovable de otras zonas o a través de una combinación de diferentes fuentes energéticas.
¿Pero sería una red súper inteligente económicamente viable? Mucha incertidumbre yace alrededor del rediseño de nuestra infraestructura eléctrica. Un quiebre en las tecnologías de almacenamiento y captación del carbón podría transformar las plantas alimentadas con este mineral, en la actualidad la forma más económica de generar electricidad pero la más dependiente del carbono, en una alternativa ambiental amigable. Mejorar las plantas de energía nuclear podría ser otra fuente de electricidad libre de emisiones de dióxido de carbono.
Una red súper inteligente aún puede estar a décadas de distancia, pero transformar las redes de electricidad anticuada podría mejorar la eficiencia energética en los años venideros. El líder de la oposición de Gran Bretaña David Cameron, quien al momento de esta publicación fue elegido Primer Ministro, ha prometido invertir mil millones de libras en una red inteligente y medidores de energía inteligente. Y el Presidente de Estados Unidos, Barak Obama, ya ha destinado 4,5 mil millones de dólares de su paquete de estímulo a la tecnología de redes inteligentes.
Uno de los problemas con las redes inteligentes es que son menos atractivas para las empresas de servicios, que aún se benefician del creciente consumo energético. Un nuevo sistema debería basar sus ganancias en la electricidad ahorrada, en lugar de la energía vendida. Finalmente, toda la nueva y brillante tecnología no funcionará sin consumidores comprometidos y políticos que cambien las reglas de juego.

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