POR DIEGO GEDDES-Clarin
Ayer hubo 12 horas de corte en Retiro. Dicen que el servicio se normalizará hoy o mañana.
La fila a contraluz. Un grupo de pasajeros espera a oscuras, ayer, en la Terminal de Retiro. El corte de luz complicó la salida de los micros en el arranque del éxodo por Navidad. /LUCIANO THIEBERGER
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21/12/13-Clarin
Una lamparita que había quedado encendida. El motor de la heladera que vuelve a zumbar. La bomba de agua de un edificio, que se pone en marcha para subir agua a los tanques. Así, en pequeñas pero significativas escenas, se verifica la vuelta del suministro eléctrico en muchos barrios de Capital y el GBA. A una semana de la ola de calor que derivó en un colapso energético, la situación tiende a normalizarse, y según prometieron voceros de las empresas prestadoras del servicio, no habrá usuarios sin luz durante el fin de semana.
Sin embargo, hasta ayer había vecinos que denunciaban la falta de luz en los barrios de Recoleta, Mataderos, Caballito, Saavedra, Barrio Norte, Retiro, Paternal, Palermo, Constitución, Parque Chacabuco y Floresta, donde en avenida Segurola al 1700 ayer fue el quinto día sin luz y los vecinos cortaron esa arteria.
También en zonas de la Provincia, como Lanús, Olivos, Vicente López, Ramos Mejía y Guernica faltó energía.
Incluso un corte de energía en la terminar de Retiro afectó a los pasajeros hasta el mediodía de ayer, en el arranque del éxodo por las Fiestas.
En Villa Ortúzar, otro de los barrios afectados, un grupo de vecinos que estaba sin luz ni agua desde hace cinco días, montó una guardia y bloqueó la salida de una cuadrilla de operarios de Edenor que estaban arreglando una central de abastecimiento.
Los vecinos cruzaron los autos en la cuadra e impidieron la salida hasta tanto volvieran a tener energía eléctrica. Mientras los operarios de Edenor trataban de solucionar el problema, la empresa aclaró que no podía colocar un generador para dar luz temporariamente porque “un cable dañado lo impide”.
En la terminal de Retiro, la falta de suministro de energía comenzó a la 0.30 de ayer y desde entonces gran parte del predio estuvo a oscuras. Los problemas afectaron, especialmente, la compra y venta de pasajes ante la ausencia del sistema para gestionarlas. Los bares y los negocios de la terminal optaron por no abrir y en la oficina de migraciones la cola alcanzó los 200 metros.
Pese a los inconvenientes, la terminal intentó funcionar con normalidad, con entradas y salidas de ómnibus de los pasajeros que ya tenían comprado con antelación el boleto. El servicio se restableció cerca del mediodía y produjo una reacción inmediata: pasajeros y comerciantes aplaudieron.
Informe: Mariano Gavira
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